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INTERNACIONAL

¿QUIENES SOMOS?

Somos un equipo multidisciplinario de profesionales con mas de 20 años de experiencia en diferentes esferas, internacional y dinámico con oficnas en Latinoamerica, Europa y Asía.
Conectamos negocios y TI definiendo requisitos comerciales, organizando la aceptación de software y desarrollando e introduciendo procesos de TI en la digitalización y educación corporativa de las empresas.

educacion del tercer milenio:

Plan de ruta

El criterio principal para una educación de calidad no es solo un certificado o los resultados al finalizar la universidad. El portafolio de logros personales de los estudiantes es importante.

¿Qué significa ser educado en el siglo XXI? No basta con que la generación del futuro lea y aplique mucho las fórmulas. Es importante pensar de manera efectiva, actuar activamente, construir relaciones, traducir ideas a la vida real, usar tecnologías modernas. Y éstas son sólo algunas habilidades de una lista enorme. 

Formando equipos de trabajo

Hay cinco características clave que ayudan al equipo a lograr un resultado de calidad:

1. Visión compartida de la meta. El equipo debe tener una visión común de hacia dónde se dirige y compartir entre sus integrantes. Se debe presentar una imagen muy clara y comprensible del resultado.

2. Heterogeneidad. Los miembros del equipo deben tener diferente experiencia, educación, diferente visión de la resolución de problemas. Si el equipo reúne a personas que piensan de la misma manera, se corre el riesgo de hacer un proyecto muy unilateral. Las soluciones serán vulnerables y no podrán responder a los desafíos y solicitudes modernos.

3. Consistencia a nivel de valor, verificada no por declaraciones, sino por acciones reales.

4. Reflexión proactiva. Esta habilidad permite al equipo, independientemente de las relaciones jerárquicas, sentarse, “quitarse las correas de los hombros” y analizar qué hicieron, qué funcionó o no funcionó, por qué, cómo deben actuar en el futuro.

5. Naturaleza del diseño. Los participantes están limitados por el propósito, los plazos y los resultados. Tan pronto como la cooperación entra en un modo sin fin, se forma un equipo que trabajará dentro de los “límites normales”. En este caso no se crea un proyecto estratégico, sino una rutina.